miércoles, 23 de septiembre de 2009

Pensamientos de nuestro padre San Agustín

"¿Cómo nos haremos bellos? Amando al que es siempre hermoso. Según crece en ti el amor, aumenta la hermosura, porque la misma caridad es la hermosura del alma"

"Hizo ovejas de lobos; ésta es la obra de la gracia"

"Si no arde el ministro de la Palabra, no enciende al que le predica"

"Lo superfluo de los ricos es lo necesario de los pobres. Se posee cosas ajenas cuando se poseen cosas superfluas"

"Miel es la sabiduría cuyo sabor y dulzura superan la de todos los manjares del corazón"

"¿Comenzaste a amar a Dios? Ya comenzó Dios a habitar en ti."

"Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama".

"Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad".

"Las lágrimas son la sangre del alma".
"Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta"
"El que no tiene celos no está enamorado".
"Errar es humano, perseverar en el herror es diabólico"

"Dios, a quien nadie pierde, sino engañado; a quien nadie busca, si no es estimulado; a quien nadie encuentra, si no purificado... Dios, a quien abandonar es morir, a quien seguir es amar, a quien ver es poseer... A Ti suplico..."

"Si amáis a Dios Arrastrad a todos el amor de Dios... Arrastrad a cuantos podáis, exhortando, orando, dialogando, dando razones, con mansedumbre, con amabilidad: Arrastrándolos al amor”.

"Señor, actúa sobre nosotros. Despiértanos y vuelve a llamarnos. Enciéndenos y arrebátanos. Derrama tu fragancia y haznos sentir tu dulzura: así te amaremos y correremos hacia ti" (Conf VIII, 4).

"Hay mucha diferencia entre bajar y caer. Pues porque Adán cayó, descendió Cristo. Aquél cayó, éste bajó. Cayó aquél por soberbia, descendió éste por la misericordia".

"La oración que sale con toda pureza de lo intimo de la fe se eleva como el incienso desde el altar sagrado. Ningún otro aroma es más agradable a Dios que éste; este aroma debe ser ofrecido a él por los creyentes". (Coment. sobre el Salmo 140).

"Yo no creería en el Evangelio si a ello no me moviese la autoridad de la Iglesia Católica"

“Cualquier hombre que lleve un obrero a su viña podrá darle pan, pero no a sí mismo. Cristo se da a sí mismo a sus obreros; se da a sí mismo en el pan y se reserva a sí mismo como salario. No hay motivo para decir: ‘si le comemos ahora, ¿qué tendremos al final?’. Nosotros lo comemos, pero él no se acaba; alimenta a los hambrientos, pero él no disminuye. Alimenta ahora a quienes trabajan y les queda íntegro el salario. ¿Qué vamos a recibir mejor que él mismo? Si tuviese algo mejor que él mismo, lo daría, pero no hay nada mejor que Dios, y Cristo es Dios”.
"Vete al Señor mismo, al mismo con quien la familia descansa, y llama con tu oración a su puerta, y pide, y vuelve a pedir. No será El como el amigo de la parábola: se levantará y te socorrerá; no por aburrido de ti: está deseando dar; si ya llamaste a su puerta y no recibiste nada, sigue llamando que está deseando dar."


Si la fe falta, la oración es imposible. Luego, cuando oremos, creamos y oremos para que no falte la fe. La fe produce la oración, y la oración produce a su vez la firmeza de la fe".

“El deseado anhelo siempre ora, aunque la lengua esté silenciosa. Si estáis siempre anhelando, estáis siempre orando.”

"Desde que se me impuso sobre mis hombros esta carga, de tanta responsabilidad, me preocupa la cuestión del honor que ella implica. Lo más temible en este cargo es el peligro de complacernos más en su aspecto honorífico que en la utilidad que reporta a vuestra salvación. Mas, si por un lado me aterroriza lo que soy para vosotros, por otro me consuela lo que soy con vosotros. Soy obispo para vosotros, soy cristiano con vosotros. La condición de obispo connota una obligación, la de cristiano un don; la primera comporta un peligro, la segunda una salvación".

"¡Feliz el Aleluya que allí entonaremos! Será un Aleluya seguro y sin temor, porque allí no habrá ningún enemigo, no se perderá ningún amigo. Allí, como ahora aquí, resonarán las alabanzas divinas; pero las de aquí proceden de los que están aún en dificultades, las de allá de los que ya están en seguridad; aquí de los que han de morir, allá de los que han de vivir para siempre; aquí de los que esperan, allá de los que ya poseen; aquí de los que están todavía en camino, allá de los que ya han llegado a la patria".

"Por tanto, hermanos míos, cantemos ahora, no para deleite de nuestro reposo, sino para alivio de nuestro trabajo. Tal como suelen cantar los caminantes: canta, pero camina; consuélate en el trabajo cantando, pero no te entregues a la pereza; canta y camina a la vez. ¿Qué significa «camina»»? Adelanta, pero en el bien. Porque hay algunos, como dice el Apóstol, que adelantan de mal en peor. Tú, si adelantas, caminas; pero adelanta en el bien, en la fe verdadera, en las buenas costumbres; canta y camina".

"¡Oh, cómo nos amaste, Padre bueno, que no perdonaste a tu Hija único, sino que lo entregaste por nosotros, que éramos impíos! ¡Cómo nos amaste a nosotros, por quienes tu Hijo no hizo alarde de ser igual a ti, al contrario, se rebajó hasta someterse a una muerte de cruz! Siendo como era el único libre entre los muertos, tuvo poder para entregar su vida y tuvo poder para recuperarla. Por nosotros se hizo ante ti vencedor y víctima: vencedor, precisamente por ser víctima; por nosotros se hizo ante ti sacerdote y sacrificio: sacerdote, precisamente del sacrificio que fue él mismo. Siendo tu Hijo, se hizo nuestro servidor, y nos transformó, para ti, de esclavos en hijos".

"Juan era la voz, pero el Señor es la Palabra que en el principio ya existía. Juan era una voz provisional; Cristo, desde el principio, es la Palabra eterna.

Quita la palabra, ¿y qué es la voz? Si no hay concepto, no ha más que un ruido vacío. La voz sin la palabra llega al oído, pero no edifica el corazón."

" María fue santa, María fue dichosa, pero más importante es la Iglesia que la misma Virgen María. ¿En qué sentido? En cuanto que María es parte de la Iglesia, un miembro santo, un miembro excelente, un miembro supereminente, pero un miembro de la totalidad del cuerpo. Ella es parte de la totalidad del cuerpo, y el cuerpo entero es más que uno de sus miembros. La cabeza de este cuerpo es el Señor, y el Cristo total lo constituyen la cabeza y el cuerpo. ¿Qué más diremos? Tenemos, en el cuerpo de la Iglesia, una cabeza divina, tenemos al mismo Dios por cabeza."


"¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y ves
que tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba; y
deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú
creaste. Tú estabas conmigo mas yo no lo estaba contigo. reteníanme
lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no serían.
Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera; brillaste y
resplandeciste, y fugaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y respiré,
y suspiro por ti; gusté de ti, y siento hambre y sed; me tocaste, y
abraséme en tu paz".

"Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas".

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